Articulo original por Josefina Cornejo Stewart en Medium
La primera imagen que se me viene a la mente a la hora de pensar en listados es un monoambiente. ¿Por qué? Porque los listados condensan mucha información y muy diversa en poco espacio. Cualquier persona que haya vivido en uno sabe lo codiciado que cada centímetro cuadrado puede llegar a ser. Y con los listados digitales pasa algo similar, cada pixel cuenta.
Listados en papel
Como sucede con otros componentes digitales, los listados se inspiran, muchas veces, en el mundo analógico.
Dice la leyenda que hubo un momento en que los números de teléfono o las direcciones postales se buscaban en un gran libro llamado “guía telefónica”(centennials, no lo entenderían).
Pero las guías no son el único ejemplo, también encontramos listados analógicos en:
- Diccionarios
- Tickets de supermercado
- Menúes de restaurantes
- Catálogos
En el mundo digital… ¿Por qué listamos?
Imaginá cómo sería tu bandeja de entrada si los mails no estuviesen organizados en una lista. Encontrar algo sería buscar una aguja en un pajar. Y es que listar permite jerarquizar grandes cantidades de información para poder optimizar el tiempo, espacio, lectura y encontrabilidad de las personas usuarias.
Pensá en cómo se organizan las descargas de tu computadora, tus playlists o los contactos de tu agenda.
En definitiva, existen varios motivos por los cuales los listados son útiles dentro de una app y también fuera (y sí, los mostramos en una lista):
- Organizar la información
- Aprovechar el espacio
- Mejorar la usabilidad
- Comparar y contextualizar
Los componentes
¿Cómo sumar funcionalidad sin restar comprensión? ¿Cómo aprovechar al máximo cada pixel en pos de una mejor experiencia para nuestras personas usuarias? Estas son solo algunas preguntas que pueden surgir al momento de poner manos a la obra con un listado. Para responderlas es importante tener en claro cuál es el objetivo del listado. Y también saber qué información esperan encontrar y en qué datos se anclan para lograrlo las personas usuarias.
Mientras mucha información puede avasallar, muy poca puede resultar insuficiente. Como en la vida el equilibrio es parte de la clave.
Buenas prácticas en listados
Menos es más
Elegir de manera cuidadosa los elementos que componen cada row de la lista y preguntarse si:
- ¿Son necesarios?
- ¿Ofrecen información útil?
- ¿Contextualizan?
- ¿Le permiten a las personas tomar decisiones?
La jerarquía
¿Alguna vez han escuchado la frase “si todo es importante, nada es importante”? Bueno, eso también se aplica a los listados. En este sentido, destacar elementos claves, utilizar iconografía que ayude a escanear la información y aislar los elementos más importantes puede ayudar a la comprensión del listado.
La consistencia
Diferentes listas pueden perseguir distintos objetivos y, por lo tanto, cada listado puede precisar una organización diferente de la información. Sin embargo, ser consistentes con la ubicación o la jerarquía de determinados elementos facilitará el uso de las personas usuarias.
Los patrones
Muchas veces la interacción de las personas usuarias con los productos digitales viene dada por patrones o reglas que ya tienen interiorizadas. Saber aprovechar estos patrones es clave para que nuestro listado sea fácil de navegar.
Por ejemplo, los montos suelen estar alineados a la derecha y las descripciones a la izquierda.
La accesibilidad
Los listados también deben ser accesibles. Para eso, revisá el área de las etiquetas de accesibilidad con tu equipo de desarrollo, utilizá descripciones que ayuden a completar las tareas, informá el estado de los procesos, considerá el escenario de uso y, por último, en caso de tener divisas revisá que se adecúen a las del país.
